Crítica

Crítica

martes, 24 de agosto de 2010

Decada del veinte

  • En los años veinte Colombia recibió una indemnización de parte de Panamá por 25 millones de dólares y la uso en obras públicas como calles, vías férreas y puertos.
  • A parte de la indemnización, Colombia pidió ayuda, para completar su proceso de modernización, al fondo monetario internacional.
  • En este "proceso de modernización" lo llevó a traer industrias gringas que explotaban al trabajador como se muestra en el libro "La rebelión de las ratas" de Fernando Soto Aparicio.
  • En esta época también se fundaron: los ministerios, El Banco de la República, la controlaría y la superintendencia bancaria, con la ayuda de la Misión Kemmerer.
  • Se da el surgimiento de la clase obrera y casi por consiguiente, la opresión del estado hacia este.
  • Los presidentes de esta época fueron muy permisivos y alcahuetes con las empresas gringas y uso al ejercito para oprimira las fuerzas obreras, algo que sólo los enfurecio aún más y los llevó a organizar revueltas por las cuales está década es tan conocida, en especial por la masacre de las bananeras.

domingo, 22 de agosto de 2010

¿En qué carajos nos metimos?

Cuando se usa el termino tecnología las personas suelen pensar solamente en los nuevos televisores 3D, en los últimos celulares con video llamadas e internet o en los videojuegos de última tecnología que casi parecen reales. Pero casi nunca ven los avances en medicina, educación, transporte entre otros, que prometen “un futuro mejor”. Pero hay que ver como desperdiciamos el intelecto de muchos y el dinero de pocos en barrabasadas y trivialidades, en vanidades y envidias que a la larga son temporales. Así fácilmente vemos como la tecnología nos ha cambiado las reglas de juego y nos ha llevado a un punto en el que la avaricia y la decadencia se maquilla con unas palabras bonitas o unas “propagandas baratas”.

 ¿A qué llamamos útil?
Para embellecer nuestro presente y mejorar la forma de vida de los que tienen dinero, ¡claro que hay avances útiles! . A diario en la tecnología se dan avances médicos, educativos y avances en el mundo del ocio, todo esto se da gracias a la tecnología. Más sin embargo la humanidad se ve extasiada en las presentaciones de la “tecnología militar”. Masacres, holocaustos y genocidios son posibles gracias a esta, armas de poder destructivo cada vez mayor, bombas nucleares en aviones, buques y submarinos, seguido de que estos son “indetectables” (por lo menos a los ojos del radar). El mejor de los países y el más desarrollado es el que tenga mayor número de armas nucleares y amenace a los demás con mayor prontitud. Máquinas que pilotean aviones letales con el fin de que “no mueran inocentes”, pero quien dijo que no nos ayuda a salvar vidas, que hay de esos pilotos entrenados con potentes computadoras que simulan situaciones de combate, nuestros pilotos ganan experiencia y evita que mueran en combates para que puedan regresar a casa felices y campantes de que “eliminaron su objetivo”. Por esto muchos los llaman cobardes, canallas y los desprecian como si ellos tuvieran, a fin de cuentas, la culpa; son ordenes provenientes de los verdaderos canallas.

Pero, ¿Dónde se esconden los verdaderos canallas?
Putrefactas y mal olientes alcantarillas son sus lugares predilectos de estas ratas para esconderse y como si fuera poco disfrazan sus nidos de blanco y los llaman congreso, jurado o casa presidencial (ya sea la Casa Blanca o La Casa de Nariño, ya que todas estos lugares están infestados de ratas), pero eso no es todo, aparte de esto lanzan crudos y despiadados ataques verbales a los “países enemigos”, ya que ellos están protegidos en sus madrigueras; a ellos no les importa que un billón de soldados se estén matando, pero no pueden quedar mal ante “su pueblo” y salen en defensa de ellos, por lo menos para no perder la “imagen”.
Si bien el desarrollo de la tecnología desde los dos ámbitos (Software y Hardware) no es tan malo, esta humanidad pútrida suele infectar hasta sus propios, no es de extrañarse que TODO esto esté pasando. Así que como respuesta a la pregunta podríamos decir que es una bomba con temporizador y que a cada paso se acorta el camino para llegar a oprimir el botón de autodestrucción que a fin de cuentas seria un merecido descanso para este planeta que nos ha acogido durante tantos años sin pedir nada a cambio y quizá por esto lo maltratamos así. Lo peor de todo es que nos lo negamos a nosotros mismos por el simple miedo que tenemos a que sea verdad.